sábado, 19 de diciembre de 2015

Google Analytics

Todas las semanas miro el registro de visitas del blog. Me gusta saber si escribir lo que escribo aquí le resulta útil o placentero a alguien más que a mí. 

Me sorprende realmente que sí, que hay gente que viene y me lee, pero como nunca hay comentarios no llego a saber sé si les gusta o no. Tampoco sé si vuelven o si les produciría algún sentimiento, positivo o negativo, que yo dejara de actualizarlo. 

Quizá lo peor sería que no les produjera ninguno.

Sucede que tras el experimento "fotolog" descubrí el placer extraño de dejar que alguien lea lo que vomito, aunque esa audiencia sea minoritaria y casi familiar. Pero al mismo tiempo, casi todas las semanas, mientras miro las "stats" me pregunto que haría yo si este blog en lugar de ser mío fuera de otro. ¿Le dedicaría tiempo?¿leería más de una entrada? o incluso..¿lo llegaría a guardar en favoritos con la intención de volver otra vez? 

Por eso, porque lo dudo, gracias a todos los que pasáis por aquí por vuestra paciencia y agallas. 

Yo, por si acaso seguiré escribiendo. 

PS. Por cierto...a los españoles: Votad!

domingo, 13 de diciembre de 2015

Un Paraguas


Siempre la misma historia, - ven acá compañero -, pero a la hora de la verdad, cuando la conversación se vuelve interesante a mí me deja de lado, apartado del bullicio.

Además este cubículo está sucio, alguien lo ha debido confundir con una papelera, siempre igual... ¡Odio estas situaciones! Es tan incómodo, aquí tan pegados unos a otros, esta humedad, este no saber que decir. Llevo ya una hora en esta posición y el olor del café empieza a marearme.

¡Por fin! Ahí llega José con su abrigo gris, su sombrero, ¡qué elegante es! y que buena pareja hacemos juntos siempre de la mano o cogidos del brazo. Con su gesto característico abre la puerta, hace sol, por lo que veo ha dejado de llover. ¿Se va? ¿Se aleja? ¡José! ¡José! ¡Otra vez no! ¡Me ha dejado aquí! Se ha olvidado de mí... ¿cómo es posible?

Me lo veo venir, otra vez cambiaré de dueño... o quizá, si tengo suerte, si llueve pronto, José vuelva.



sábado, 12 de diciembre de 2015

A contratiempo




Te veo frente a mí, mientras te observo sé que tu no puedes verme. Me intuyes, me palpas, lo sé, siempre ha sido así. Han llegado los meses de la verdad y no sabemos comportarnos, jugamos a un juego que no entendemos y del cual no queremos escuchar sus reglas. ¡Que más dan! En el fondo pensamos que, las sigamos o no, siempre va a acabar igual. Por lo tanto saltamos por las casillas siguiendo pulsiones e instintos, sin pensar, de frente.

No sabemos, no queremos, no podemos tomar una decisión, tampoco serviría de mucho, cambiaríamos de opinión cada dos meses. Por eso jugamos este juego, tiramos los dados, apretando los ojos, mordiendo fuerte con los dientes, deseando que salgan tres seises seguidos y nos manden para casa, o finalmente ganar la partida y dejar de mover. 

Fijo que dedicaríamos entonces todo el tiempo a hablar y a contarnos que nos ha pasado mientras inventábamos jugadas. Eso estaría bien.


24-02-07

martes, 8 de diciembre de 2015

Amsterdam escribe finalmente también en Español



It’s happening!

Segunda convocatoria y ya somos 4. Empieza a tomar forma nuestro pequeño club. 

Espero que todos los proyectos que se pusieron el sábado sobre la mesa salgan adelante. Es sorprendente lo fácil que es hablar con un completo desconocido, de distinta edad, distinto país, distinto todo, cuando ambos compartís una misma emoción por algo. 

Libros, música, poesía y esa constante necesidad de seguir escribiendo solo para sentirte mejor. Para vaciarte a través de las pulsaciones en un teclado o al oír la tinta resbalar en el papel. 


A veces dudo de si este blog tiene realmente algún lector, pero por si acaso…si alguien vive en Holanda y está interesado en participar, simplemente uniros a nosotros en la siguiente convocatoria o dejarme un mensaje aquí abajo si queréis saber algo más. 

Este es el link al meet up.




domingo, 6 de diciembre de 2015

Confesiones de un Nanofracaso




Durante mi mes del Nanowrimo he visto como yo me quedaba atrapada en 5000 palabras sin lograr avanzar. Seguí todos los trucos que llegaron a mi alcance. Escribe el final, cambia de capitulo, no releas, no autocrítica, etc. Igualmente: estrepitoso fracaso.

Lo que más me paraliza es la sensación de que lo que escribo, ni siquiera yo me lo leería. Un cuento es fácil, tiene ritmo, no hay nada superfluo. Es imposible que sea aburrido. Sin embargo, una novela es otra historia, hay que rellenar y rellenar escenas con detalles, descripciones y situaciones. 
Sobre todo en el Nanowrimo, que la cantidad de palabras a escribir es bastante grande.

Mi frustración se hace más notable, cuando la gente va indicando que su novela lleva 40.000, 50.000 palabras y que no saben como hacerla más breve, ¡que van solo por la mitad!  y yo con mis  2 personajes y 4 escenas a punto de ser incineradas en la papelera virtual de mi Mac.

Igual tratar de hacerla en inglés no fue tan buena idea…igual no tener ni el más mínimo esquema antes de empezar tampoco ayudó mucho. Y si a eso le sumamos, viajes, visitas y un Q4 a todo gas (sí, la publicidad es lo que tiene en el ultimo trimestre del año se da todo) el resultado es Nano abandonado en el día 15. 

Esto, por lo visto, es lo que se aprende en el primer año. Por supuesto, me presentaré el año que viene con las ideas más claras, el mes más despejado y la intención de acabar una novela, sin importarme el número de palabras. Solo quiero poner en plano mi historia y sentime orgullosa de ello. 

Enhorabuena a todos los ganadores, ¡nos vemos el año que viene!